Blas Sánchez da rienda suelta a la creatividad en su última exposición en el Gran Teatro

Blas Sánchez da rienda suelta a la creatividad en su última exposición en el Gran Teatro

Sin condicionamientos previos y sin las limitaciones que imponían los materiales de desecho que usó en su última exposición, Blas Sánchez da rienda suelta a su creatividad en la muestra pictórica que cuelga en estos días en el Gran Teatro bajo el lema "la creatividad requiere que el futuro sea incierto y la experiencia emocional cambiante".

Cultura. Arte
20-12-2005

Como el filósofo griego amante del cambio y seguro de que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río, Blas Sánchez cree que la vida cambia de un día para otro y que las circunstancias influyen en los estados de ánimo de manera sustancial. Por eso varía sus obras y sus temas, y trata de no repetirse nunca porque "eso sería ir contra mis principios".

Del 12 al 23 de diciembre expone la producción que ha realizado en los últimos catorce meses y vuelve una vez más por Navidad, fecha que le parece adecuada por muchas circunstancias. En la anterior exposición realizada también por estas fechas usaba puertas de desecho como motivo de referencia. Vendió un cincuenta por ciento de la obra expuesta y el resto volvió al lugar de procedencia, el basurero.

En esta ocasión expone treinta obras de una tamaño muy parecido, los materiales son homogéneos y ha tenido la oportunidad de mezclar formas y colores sin cortapisas, tanto que él mismo afirma que se ha podido permitir "cualquier licencia". El hecho de que no vida de la pintura ni del arte le da también esta posibilidad.

En cualquier caso, la exposición se mueve dentro de los parámetros que usa habitualmente -"tengo unas convicciones lineales", afirma-. Blas Sánchez ha realizado también pinturas de grandes dimensiones en edificios de la Junta de Comunidades a partir de bocetos previos de dimensiones más reducidas.

El pintor espera que sus incondicionales y sus seguidores, que los tiene y siguen atentamente su trayectoria, puedan contemplar su producción más reciente, pero desea también que todo el pueblo de Manzanares la conozca.

Blas Sánchez, al que no le gusta titular sus cuadros y tan siquiera la exposición de conjunto, empezó a pintar de pequeño motivos religiosos. Después hizo un paréntesis para "desengrasar" y librarse de algunos tópicos y temas, para volver años después a la pintura de manera más académica. Señala que en esta línea está siempre haciendo cosas.