El teatro existencial de la Zaranda en el Festival de Teatro “Lazarillo”
El teatro existencial de la Zaranda en el Festival de Teatro “Lazarillo”
Tras un rotundo éxito en París, la compañía gaditana La Zaranda trae al Gran Teatro de Manzanares, el viernes dos de septiembre, un estreno bajo el título “Homenaje a los malditos”. La obra, según el guionista, Eugenio Calonge” es “un reconocimiento dirigido a todos aquellos que han sido malditos para su tiempo”
La agrupación Teatro Inestable de Andalucía La Baja, bajo la dirección de Paco de la Zaranda, presenta un montaje de teatro ritual que recuerda e incluye mausoleos, huesos fríos y despojos de momias. Con un lenguaje escénico particular esta presentación teatral lleva más de veinticinco años de existencia renovándose constantemente en su ejercicio expresionista.
Un grupo de viejos amigos se reúne en un clásico café para preparar un homenaje a un conocido que más bien parece digno de lastima que de admiración. Éste es el argumento con el que Eusebio Calonge y el grupo gaditano La Zaranda traen al Gran Teatro de Manzanares con “Homenaje a los malditos”.
Calonge, señala la crítica especializada, como cernidor que preserva lo esencial y desecha lo inservible, desarrolla en esta obra, según la crítica, una poética teatral que lejos de fórmulas estereotipadas y efímeras, se ha convertido en un lenguaje propio
La obra fue estrenada en noviembre pasado en el Festival Quijote de París y su éxito le permitió a la compañía gaditana firmar un contrato para actuar en el Teatro Nacional de Chai-Llot, México, en la que fue su primera intervención interpretativa en el extranjero fuera del circuito de festivales.
“Homenaje a los malditos” que Calonge incluyó en su trayectoria de teatro existencial, según sus palabras, es un homenaje dirigido a «todos aquellos que han sido malditos para su tiempo y en ellos se puede identificar a cualquiera que se sienta al margen de una época que no le satisface».
Han transcurrido veinticinco años casi desde que La Zaranda emprendiera su andadura teatral, realizando una intensa labor de investigación que le ha valido un gran prestigio internacional. Su trayectoria tiene como constantes teatrales: el compromiso existencial y la fidelidad a sus raíces tradicionales; como recursos dramáticos: el uso simbólicos de los objetos, el expresionismo visual, la depuración de textos y la creación de personajes y situaciones límites; y como métodos de trabajo, un riguroso proceso de creación colectiva.