Gómez-Cambronero: Las técnicas informáticas se han incorporado irreversiblemente a la vida del ciudadano

Los nostálgicos del pasado, aquellos que se encuentran incómodos y querrían que el mundo se parara para bajarse, piensan que las cosas volverán a su cauce y que antes o después se completará el círculo para empezar de nuevo. Gómez-Cambronero, que visitó Disney World en Orlando, Florida, habló con Mark Colhee, un dibujante de cómics al que las nuevas tecnologías dejaron en paro técnico.

Colhee le explicó que las últimas películas de Disney realizadas completamente a mano daban empleo "a 400 dibujantes, implicando animación a lápiz, tinta y coloreado, requiriendo más de un millón de dibujos para cada hora de película... unos cuatro años de intenso trabajo". Cuando llegó el ordenador todo eso se fue al traste.

A legiones de dibujantes de Disney se les ofreció hace ocho o diez años la oportunidad de aprender las técnicas de creación por ordenador para seguir empleados en la compañía. Las nuevas generaciones ya se incorporan con las técnicas aprendidas en la Universidad o en las escuelas técnicas, pero el viejo dibujante, está seguro de que dentro de unos años buscarán de nuevo a la gente "de lápiz y tinta".

El investigador Gómez-Cambronero habla en un artículo publicado en la revista de ferias de Manzanares, de la influencia que los procesos informáticos han tenido en su propia profesión, que ha pasado de las células primarias extraídas de individuos sanos y pacientes a líneas celulares que permiten su cultivo continuado. Señala que cuando acabó la carrera tuvo que hacerse con las nuevas técnicas para no perder el tren y que muchas compañías americanas aplican el "shape up" or "ship out", ponte al día o fuera, equivalente a nuestro renovarse o morir.

Para reflejar los cambios constantes a los que está sometida nuestra vida recuerda la evolución del tocadiscos de los 60 a los 80: monoaural, estereofónico, cuadrafónico, ecualizador... "todo ello desaparece con un salto cuántico que es el CD y el vinilo queda para el recuerdo de los nostálgicos. Otro tanto ha sucedido con la cinta de vídeo de VHS, prácticamente erradicada por el DVD.

Aunque a algunos les gustaría que el mundo se parara, Gómez-Cambronero recuerda que "la flecha del tiempo siempre marcha en la misma dirección, inexorablemente, desde el albor de la humanidad, Una flecha que no vuelve y, por ende, no encenderemos el fuego con sílex y pedernal". Pensar en otras posibilidades como el viejo dibujante de la Disney, puede sonar bonito, pero no deja de ser un sueño.