El jabón casero, una forma sencilla y ecológica para reciclar aceites usados domésticos

El jabón casero, una forma sencilla y ecológica para reciclar aceites usados domésticos

Proteger nuestro medio ambiente no es sólo responsabilidad de las administraciones. Nosotros como ciudadanos podemos contribuir de muchas formas y una de ellas es evitando la contaminación por los aceites usados fabricando jabón casero. Tal es el mensaje que lanza el biólogo José Luis Olmo desde las páginas de la revista de ferias de Manzanares.

Medio Ambiente
06-08-2005

Olmo cree que la primera receta conocida para fabricar jabón se remonta a los sumerios, tres mil año antes de Cristo. Esta era la receta: "mezcla una parte de aceite a cinco partes de potasio, con lo que obtendrá una pasta que liberará nuestro cuerpo de su suciedad más que el agua del río".

Después de lo sumerios, los fenicios y los romanos también tuvieron sus recetas para fabricar jabón, una palabra que no es latina sino de origen germánico. En el siglo VII, el jabón, que se fabricaba en Marsella, Génova o Toledo era un producto caro. A finales del siglo XIX, gracias a la higiene propiciada por el abaratamiento del jabón, se produce una notable disminución de la mortalidad en Europa. Y fueron los químicos alemanes los que inventaron los detergentes, jabón en polvo seco.

José Luis Olmo explica también de forma sencilla, a través fórmulas químicas muy didácticas, cómo actúa el jabón y cómo atrapa la suciedad liberándola en el agua. Dice que las moléculas del jabón "rodean la grasa (la suciedad) haciendo que se desprenda de los tejidos y que quede disuelta en las moléculas del jabón... Entonces el tejido se libera de la suciedad que queda disuelta en el agua".

El biólogo manzanareño da un par de recetas para fabricar jabón, una para jabón duro o sólido que se utiliza para lavar la ropa a mano y para la higiene personal, muy bueno para algunas enfermedades de la piel y para algunas afecciones de las partes íntimas tanto masculinas como femeninas; y otra para jabón líquido, que se emplea principalmente para realizar la colada en las lavadoras.

Olmo hace también referencia a otras formas con las que se puede reciclar el aceite usado, que no son los jabones. Por ejemplo, para la obtención de biodiésel.