El Gran Teatro volvió a ser epicentro de la música gracias al Encuentro Nacional de Bandas

El XXIII Encuentro Nacional de Bandas ‘Daniel González-Mellado’ es una de las citas más destacadas en el calendario para la Asociación Músico-Cultural ‘Julián Sánchez-Maroto’, que sirve para conmemorar la festividad de Santa Cecilia. Cada año, este evento reúne sobre el escenario del Gran Teatro a agrupaciones llegadas de diferentes puntos de España con el fin de acercar la música compuesta para banda al público, contribuyendo al enriquecimiento cultural de Manzanares. Así lo aseguraba en declaraciones a los medios de comunicación su presidenta, Patricia Nieto-Márquez, y el concejal de Cultura, Jesús Romero, destacando que esta edición ha sido una de las que más afluencia de público ha registrado en los últimos años.

Este año han sido dos las bandas invitadas, cuya cercanía geográfica no ha estado reñida con su gran calidad y así lo demostraron ambas en su actuación del sábado. La primera en subirse a las tablas fue la Banda Municipal de Música de El Bonillo (Albacete) que, bajo la batuta de Daniel Tévar Sahuquillo, interpretó el pasodoble La Gracia de Dios, de Ramón Roig; La Divina Comedia (partes III y IV), de Robert William Smith; y Bonaparte, de Otto M. Schwartz.

A continuación llegaba la actuación de la Unión Musical de Membrilla, dirigida por Gustavo Ramírez López-Villalta. La formación de la localidad vecina interpretó el pasodoble Enrique López, de Antón Alcalde; o La Virgen de La Macarena, de Rafael Méndez, con la intervención como solista a la trompeta de Severiano Contreras Contreras. No faltaron las sorpresas pues, antes de finalizar con The Ghost Ship de José Alberto Pina, la agrupación de Membrilla entregó a la presidenta de la AMC ‘Julián Sánchez-Maroto’ un obsequio en agradecimiento a su invitación. También la banda de la localidad albaceteña otorgó recuerdo de su paso por Manzanares a la asociación anfitriona. La jornada se cerraba, como es habitual, con reconocimientos a los grupos participantes por parte de la agrupación manzanareña a los directores y presidentes ambas formaciones.

El domingo era el turno de la banda de la Asociación Músico Cultural ‘Julián Sánchez-Maroto’ que, como manda la tradición, comenzó el acto presentando y entregando el instrumento y la insignia de la formación a los nuevos integrantes que, tras finalizar su etapa de educandos, pasan a formar parte de la banda titular. La asociación aprovechó también para reconocer la labor de uno de sus educandos del pasado año, Tristán Parra; así como para distinguir los logros cosechados por sus integrantes Blanca Cuenca y Pablo Nieto-Sandoval; y su ex compañera Marina Díaz-Peñalver, que recientemente ha logrado una plaza como trompista en la Orquesta Estatal de Brandenburgo de Frankfurt.

Tras los reconocimientos, llegaba el momento de la música. Con un programa titulado ‘Ignis’, la banda dirigida por Eduardo Gallego Ballesteros ofreció una selección de obras cuyo hilo conductor era el fuego, tal y como explicaron los presentadores del acto, Nieves López Maroto y Miguel Ángel García Mezcua.

Así, sonaron piezas como Foundry, de John Mackey; Primal Dances, de Brian Balmages; o Banja Luka, de Jan Haan. Pero, sin duda, la gran protagonista de la noche fue Natalia López de los Mozos que ofreció, a la flauta travesera y al flautín, una brillante actuación solista en las piezas: Rhapsody for flute, de Stephen Bulla; y Piccolo Picante de Derek Bourgeois.

Para finalizar, la Asociación Músico-Cultural ‘Julián Sánchez-Maroto’ quiso tener un reconocimiento también para el Ayuntamiento de Manzanares, en la figura del concejal de Cultura, “por su compromiso, apoyo y colaboración constantes”.