“Sois nuestras campeonas”

Que son unas campeonas lo demuestra el trofeo que recibieron de manos del alcalde al final del Sector G como primeras de Castilla-La Mancha, un título que no debe quedar empañado con las lógicas y necesarias lágrimas que se derramaron tras perder la final disputada este mediodía en el Pabellón de la calle Maestro Villatoro, donde un partido cadete femenino congregó a casi 400 espectadores. Ese fue el gran triunfo del deporte base.

Julián Nieva, que junto al concejal de Deportes, Pablo Camacho, siguió la final y entregó los trofeos, destacó la gran calidad que se vio sobre la pista entre los dos mejores equipos que han disputado este sector en un partido “de muchos quilates” que se escapó a las locales en los últimos cinco minutos. “Han demostrado que son unas campeonas y estamos muy orgullosos de la temporada y del sector que han realizado”, declaró el alcalde, que felicitó a las jugadoras y a su entrenadora, así como al Club Balonmano Manzanares “por la magnífica labor que viene realizando con la cantera desde hace muchos años y que vuelve a verse refrendada”, añadió Nieva.

El primer edil también reconoció el esfuerzo de organización que ha conllevado a la Concejalía de Deportes y al propio BM Manzanares este sector nacional disputado entre las campeonas de Castilla-La Mancha, Extremadura, Melilla, Andalucía y Castilla y León. “Manzanares ha estado brillante tanto a nivel deportivo como organizativo”, dijo Nieva, quien valoró que este esfuerzo municipal haya redundado en la ciudad, tanto en imagen como en impacto económico en hoteles, restaurantes y otros negocios desde que comenzó el campeonato el pasado jueves.

“Estamos al lado de la ciudadanía, hemos estado al lado del equipo cadete y dentro de unos días estaremos con el infantil femenino”, añadió el alcalde en alusión al sector nacional de esa categoría que también acogerá Manzanares a partir del próximo jueves, donde las infantiles de la Escuela Muncipal de Balonmano, algunas de ellas integrantes del equipo cadete, tratarán de sacarse esta pequeña espinita.

Final

En la final del Sector G se notó el mayor desgaste físico del equipo manzanareño. En la víspera tuvo que emplearse a fondo para ganar por 34-24 al BM Delicias de Valladolid y plantarse en “su” final. Antes, el jueves, ganó sin demasiadas dificultades al Melilla. El Colegio Maravillas, de Benalmádena, se clasificó tras vencer con mucha facilidad en doble partido al Plasencia.

Aunque comenzó marcando y llevó la iniciativa en el marcador en la primera parte, las cosas no empezaron bien para las chicas de Estefanía Marchán. Nada más comenzar el partido, en la primera jugada, se lesionaba una de sus mejores jugadoras, Blanca Ortega, que sufrió un fuerte esguince en el tobillo izquierdo.

Las malagueñas iban a remolque de las locales en una igualadísima primera mitad en la que no consiguieron distanciarse en el electrónico. Manzanares elaboraba más en ataque y tenía gran acierto en el lanzamiento. De esta forma llegó al descanso con un esperanzador 17-15 a su favor.

Pero Maravillas hizo valer la mayor veteranía y envergadura de sus jugadoras en la segunda mitad. Defendió muy al límite del reglamento con la permisividad de la pareja arbitral. Una cosa es dejar jugar y otra no sancionar agarrones y auténticos placajes de rugby contra las jugadoras más efectivas del cuadro local. Tampoco estuvo fina ni equitativa la pareja a la hora de señalar pasos en uno u otro ataque.

Ese ímpetu visitante, arengado desde el banquillo con una desmesura impropia del deporte base, hizo que las locales se quedaran varios minutos sin marcar en el tramo final. Las malagueñas abrieron una brecha que minó la moral de las manzanareñas, más desanimadas que desfondadas, y que pueden estar muy orgullosas de lo que han hecho.

El Colegio Maravillas, como campeón del sector, jugará la última fase con los ocho mejores equipos de España.