El proyecto “Viaje hacia la vida” abrió las Jornadas de Sensibilización de Cáritas

Dar a conocer situaciones desfavorables que ocurren en otras zonas del mundo, tratar de saber sus causas y plantear posibles soluciones es el objetivo de las Jornadas de Sensibilización que organiza anualmente Cáritas en Manzanares. Así lo explicó en la apertura de su décimo sexta edición el responsable local de la asociación, Juan Doctor, quien avanzó los temas a tratar este año por la fundación “Tierra de Hombres”, dedicada a ayudar a la infancia más desamparada.

Ante el medio centenar de personas que llenó el salón de actos de Cáritas, Raquel Regueiro, coordinadora de relaciones internacionales de “Tierra de Hombres”, explicó que esta fundación se creó hace cuarenta años en Suiza y desde 1994 inició su actividad en España, donde posee delegaciones en varias regiones, existiendo contactos en la actualidad para abrir una en Castilla-La Mancha gracias al ímpetu de la manzanareña Toñi Real.

Entre los programas que realiza la fundación se encuentra “Viaje hacia la vida”, cuyas características fueron expuestas por Stella Hernández, responsable de voluntariado de Tierra de Hombres en España. El proyecto surgió ante las inexistentes o deficientes infraestructuras sanitarias de muchos países del llamado Tercer Mundo que, junto a la falta de alimentos, hace que la mortalidad infantil se dispare.

Hernández dijo que en el marco de esta grave situación sanitaria se desarrolla el Proyecto Atenciones Médicas Especializadas (AME), un programa de salud completo con el que Tierra de Hombres busca la mejora sanitaria de los recursos propios del país y ofrece en sus centros sanitarios una serie de programas de salud, como seguimiento clínico a embarazadas, cuidados después del parto, información sobre nutrición infantil, vacunas, prevención de enfermedades y consultas pediátricas en todas las patologías. Sin embargo, cuando la enfermedad que afecta a los pequeños pacientes precisa una tecnología punta inexistente en el país de origen, es cuando se pone en funcionamiento el programa “Viaje hacia la Vida”.

La repercusión social que tiene el programa en estos países es de gran importancia, la llegada de estos niños una vez recuperados, se traduce en esperanza y anima a la población para que acuda con sus pequeños a los centros de salud. Cada vez son más conscientes de la importancia que tiene la prevención, la nutrición adecuada y el control pediátrico de sus hijos.

Este programa, además de la colaboración altruista de varios hospitales españoles, precisa voluntarios para ofrecer compañía y cariño a los pequeños en un país distinto al suyo y lejos de sus familiares. Éstos acompañan a los niños hasta su vuelta a casa ya recuperados y en condiciones de vida dignas.