Pozas, satisfecho por el acuerdo de financiación para el Plan Especial del Alto Guadiana

Pozas mostró la alegría del gobierno municipal por los tres mil millones de euros conseguidos para solucionar la problemática del agua en la región, especialmente en La Mancha. “Ahora el agua está asegurada”, manifestó el alcalde, que dijo que sin ésta no hay vida ni desarrollo en las ciudades.

El Plan Especial del Alto Guadiana reconoce en la zona un balance global negativo entre los recursos renovables y las demandas requeridas, lo que ha supuesto la sobreexplotación de los Acuíferos 23 y 24 y el deterioro de la calidad hídrica de las aguas subterráneas y superficiales. Este ejemplo de “desarrollo insostenible”, según el alcalde, ha afectado y degradado profundamente reservas de la biosfera de La Mancha, con humedales como las Tablas de Daimiel y las Lagunas de Ruidera.

Las medidas adoptadas en los últimos quince años, como la declaración de sobreexplotación, el plan de recuperación de humedales, trasvases y planes de compensación de rentas, unidos a numerosas extracciones ilegales, no fueron suficientes para mejorar la situación, explicó el alcalde, quien mostró su confianza en que el nuevo Plan Especial del Alto Guadiana, con la financiación acordada, sea capaz de regenerar los acuíferos. Al respecto, Pozas resaltó que se ha multiplicado por diez la cantidad prevista en el derogado Plan Hidrológico Nacional y que puso de acuerdo en la región a los grandes partidos, por lo que valoró la labor de José María Barreda, “al que ya se conoce como el gran defensor del agua de Castilla-La Mancha”, señaló.

El citado plan afecta a 580.000 habitantes de 159 municipios de la región. Singularizado en el Acuífero 23, sobre el que está Manzanares, Pozas destacó que su recarga media natural es de 320 hectómetros cúbicos. De ellos, el nuevo Plan del Alto Guadiana reserva 60 para la recuperación del acuífero, 25 para abastecimiento y 235 para regadío, atendiendo así a las más de quince mil personas dedicadas a la agricultura en la zona.

Asegurar el abastecimiento a poblaciones, garantizar las aguas subterráneas y superficiales, recuperar de los acuíferos, promover la agricultura sostenible y el desarrollo socioeconómico de la zona son los principales objetivos de un plan que de no llevarse a cabo, dejaría sin agua a La Mancha, explicó el alcalde, quien recordó que actualmente se extrae más agua de la que se recarga.

Una vez conseguida la importante financiación para el plan, Miguel Ángel Pozas dijo que todos los sectores implicados deben debatir el instrumento jurídico para desarrollarlo. “Será un ejemplo más de Barreda de gobierno en coalición con la sociedad”, añadió el alcalde Manzanareño, quien deseó que el horizonte de 2015, el agua esté asegurada en Castilla-La Mancha y con ella el porvenir de los pueblos.