El Parador de Manzanares ubicado en la encrucijada de La Mancha

Con una categoría hotelera de cuatro estrellas, el Parador Nacional de Manzanares cuenta con excelentes instalaciones que fueron renovadas hace apenas dos años. Las habitaciones, cincuenta en total, están dotadas de todos los elementos para cumplir con las expectativas de los clientes, como aire acondicionado, mini bar, caja fuerte, televisión, baños muy cálidos e iluminados, además de una terraza desde la que se divisan las amplias zonas ajardinadas y la piscina.

Las estancias están decoradas con muebles de madera, sillas de cuero y lámparas con apliques de forja que contribuyen al ambiente afable y acogedor. La decoración de todo el recinto está realizada por el equipo de la Red Nacional de Paradores. Éste, a través de un estudio de la zona y de las costumbres, utilizó colores cálidos y materiales típicos de la región.

También ofrecen un servicio de cafetería abierta al público, salones para reuniones y convenciones, una zona de juegos infantiles y una piscina abierta en los meses de verano.

Para Óscar Martín, responsable del Parador de Manzanares, uno de los servicios estrella es el restaurante “Azafrán”. En él, se ofrece un sugerente buffet asistido con cocina a la vista en el que se combinan los productos típicos de la zona con elaboraciones vanguardistas. El responsable considera que la calidad del restaurante es brillante tanto en la elaboración como en la calidad de los productos buscando siempre la combinación de lo tradicional con las nuevas técnicas.

Los clientes que se hospedan son gente de paso durante la semana y personas interesadas en conocer la región durante el fin de semana. “Este año, con el IV Centenario de la publicación del Quijote, mucha gente ha venido a conocer los sitios por los que el Quijote pasó”, explicó Martín.

Óscar Martín recomienda el Parador de Manzanares por numerosos motivos entre los que destaca la excelente ubicación, el maravilloso trato de los trabajadores y la calidad de las instalaciones.