Manzanares vuelve a ser punto de encuentro de las ganaderías de raza ovina manchega

La Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Manchega (Agrama) ha presentado en el recinto ferial de Manzanares una selección de cien machos procedentes de 28 ganaderías. A falta de conocer el resultado oficial de la subasta, celebrada por el sistema de puja al alza en el salón de actos del Pabellón de Muestras de Fercam, las expectativas eran muy buenas por la elevada afluencia de ganaderos de toda la región.

Antonio Martínez, presidente de Agrama, expresaba su sorpresa por el elevado número de tarjetas solicitadas para la subasta. “Creíamos que iba a ser más floja pero hay más ilusión que otros años y se han entregado más tarjetas”, ha destacado al tiempo que agradecía el continuo apoyo del Ayuntamiento de Manzanares, representado por su concejala de Agricultura, Isabel Díaz-Benito.

La edil, que ha intercambiado impresiones con los ganaderos manzanareños, ha expresado a los organizadores el apoyo municipal para este tipo de eventos en unas instalaciones idóneas y en una comarca donde la ganadería y la industria asociada al queso manchego tienen una importancia trascendental en la economía.

En unos momentos en los que ha bajado el precio de la leche de oveja manchega, materia prima del queso manchego, los ganaderos apuestan por tener menos ovejas “pero de más calidad”, según Martínez. Por ello, subastas como las que acoge Manzanares en febrero y en julio, con motivo de la Feria Nacional del Campo, son fundamentales ya que la mejora genética influye en la producción de leche y carne.

Los ganaderos manzanareños, representados por el presidente de su agrupación, José Jiménez, también han destacado el positivo resultado de este tipo de subastas. “Te ayuda mucho a mejorar la ganadería y con unas garantías genéticas y sanitarias que no tienes en otro sitio”, declaraba.

Los cien sementales participantes en la subasta de este jueves presentaban una mejora genética contrastada en producción de leche, facilidad de ordeño y resistencia a enfermedades (EETs). Todos cuentan con libro genealógico en el que consta su filiación por ADN. Todos los ejemplares son mayores de cinco meses y el precio de salida en la subasta ha sido desde 300 euros, aunque se confiaba en que algunos de ellos alcanzaran cantidades muy superiores por su calidad genética.