Las fiestas en honor a San Antón se cerraron con la tradicional procesión

Ayer miércoles, día de San Antón, el programa de actos arrancó por la mañana con la misa solemne en honor al patrón de los animales. A las dos de la tarde decenas de mascotas, en su mayoría perros, se dieron cita a las puertas de la ermita para pedir protección al santo para todo el año. Además de recibir su bendición, no faltaron las tres correspondientes vueltas a la ermita para cumplir con la tradición.

La jornada culminaba, como estaba previsto, con la procesión a las cinco de la tarde de la venerada imagen de San Antón. Un acto que, hasta el último momento estaba en duda, dado el día lluvioso que se vivió en Manzanares, pero que finalmente pudo celebrarse con total normalidad. En ella participaron representantes de la Corporación municipal, autoridades religiosas, miembros de las hermandades locales y, quienes han sido las grandes protagonistas de las fiestas: la mayorala, ayudaoras y motrilillas, junto a un grupo de niñas y niños vestidos de pastorcillos. La comitiva recorrió las calles Jesús del Perdón, Lope de Vega, Toledo, Reyes Católicos, Mayorazgo y la avenida de Cristóbal Colón antes de regresar nuevamente a la ermita.

Aunque han sido unos días pasados por agua, en los que se han visto peligrar algunas de las actividades previstas para conmemorar San Antón, desde la cofradía de San Antonio Abad de Manzanares realizaban un balance muy positivo de las fiestas. Federico García, pregonero de este año, destacaba que ésta ha sido una edición “muy especial y diferente”.