El campamento urbano observó Manzanares a vista de pájaro

Los niños y niñas inscritos en el campamento urbano durante este mes de agosto pudieron disfrutar de una nueva excursión. El lugar elegido esta vez fue el campanario de la torre de la iglesia de la Asunción, un rincón de Manzanares por pocos conocido.

Para la mayoría de ellos era la primera vez que tenían la oportunidad de acudir a un lugar tan privilegiado como es el campanario, desde el que se puede observar Manzanares y sus alrededores de otra forma distinta a como estamos habitualmente acostumbrados.

Una vez en la iglesia de la Asunción, los chicos se dividieron en grupos de seis o siete personas y fueron subieron la multitud de escaleras existentes que dan acceso al campanario. Allí arriba pudieron observar, además del paisaje, las palomas y sus crías recién nacidas que habitan en lo alto de la iglesia.

Los miembros de la asociación juvenil “Ajupark”, organizadores del campamento urbano, estuvieron en todo momento al tanto de los movimientos de los niños. Además, les explicaron algunas anécdotas como, por ejemplo, cómo subían las campanas antiguamente al campanario. Como no había grúas como en la actualidad, tenían que subirlas mediante un sistema de poleas entre varias personas, con el consiguiente esfuerzo y mayor riesgo existente.

Además del campanario, los chicos visitaron la sacristía de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y el archivo, donde están las partidas de bautismo de todas las personas que han recibido dicho sacramento en Manzanares.

La excursión al campanario se realizó en dos días, ya que, como son muchos chicos y chicas los apuntados al campamento, se tuvieron que dividir en dos grupos. Uno de los dos visitaron la torre de la iglesia y el otro visitó el castillo de Pilas Bonas.

También dentro del campamento urbano, los participantes disfrutan estos días de sendas excursiones a la piscina municipal, donde pasan la mañana realizando distintos juegos y pasando un rato en grande.