El alcalde denuncia que la oposición hace propios los argumentos del equipo de gobierno

El alcalde manzanareño salía al paso de unas declaraciones de María Luisa del Río, portavoz del Partido Popular, en las que había afirmado que había sido expulsada del último pleno porque los socialistas no querían debatir la moción en la que se declaraba persona no grata a la candidata del PP a la presidencia de la Junta.

Según Pozas la realidad, terca, es otra. La expulsión se produjo por varios motivos y fue forzada por Del Río porque era consciente de que no iba a tener argumentos para debatir las mociones que había presentado el PSOE en defensa de los intereses de Manzanares, una sobre el vino, otra sobre De Cospedal y una tercera sobre el catálogo de bienes.

El alcalde, tras denunciar el intento de la oposición de hacer suyos los argumentos del equipo de gobierno, señaló que con este proceder y otros semejantes, la oposición intenta ganar en los medios de comunicación lo que no gana en Manzanares ni en las elecciones ni tan siquiera en los debates plenarios. Pozas subrayó que ante la imposibilidad de debatir unos temas en los que o se optaba por el bien de los manzanareños o por el provecho de un partido político, la oposición estudió una estrategia que conduciría a su expulsión.

Se refirió sobre todo a la segunda intervención de Del Río en el último pleno en la que, además de dar un vuelco a lo que había dicho con anterioridad sobre las subvenciones a las asociación locales, se empleó a fondo y, “perla del pleno”, comparó al alcalde sucesivamente con Heidi, Bustamante, Einstein y con Dios, en un tono que calificó de paródico superficial y paleto. “Algo le ocurría”, precisó Pozas.

Dijo también que la oposición de Manzanares, cuando han transcurrido cuatro o cinco plenos en tono normal, cambia de actitud y provoca situaciones para salir en los medios. Recordó que, antes de expulsarla, había advertido de ocho a diez veces a Del Río para que cambiara de actitud, entre otras razones a fin de poder debatir las mociones presentadas.

Rechazó Pozas que hubiera división en el equipo de gobierno; dijo que para removerles del sillón tenían que pronunciarse los ciudadanos por medio de las elecciones y, en relación con la afirmación de que en Manzanares no hay democracia, volvió a recordar que una mentira por mucho que se repita no se convierte en verdad, a pesar de lo que dijera en su día un ministro de Hitler.